El RevLite SI es un láser distinto porque usa hasta cuatro longitudes de onda para alcanzar lugares y capas específicas de la piel sin afectar el resto. Su acción alcanza pigmentos de toda naturaleza e incluso es tan potente que puede borrar tatuajes de colores. Se usa la energía necesaria para romper la tinta en pequeñas partículas sin afectar la piel. Luego, la piel misma se encarga de eliminar estas partículas mediante procesos naturales.

Según el tipo de tatuaje, pueden ser necesarias de seis a más sesiones. Los tatuajes profesionales y de varios colores necesitan más sesiones que los demás. Cada sesión se realiza con un intervalo de cuatro semanas para dejar que la piel elimine la tinta del área tratada.

El láser Revlite emite luz en pulsos muy cortos. El impacto de la energía de este poderoso pulso de luz es muy similar al golpe de un elástico pequeño sobre la piel. La mayoría de los pacientes no requieren de anestesia, dependiendo del tamaño y la ubicación del tatuaje. En caso de ser necesario, se aplican cremas anestésicas.

Luego de cada sesión es necesario mantener la piel limpia y aplicar una crema antibacterial durante una semana. Se puede lavar pero no frotar el área tratada. Si se formara una costra, es vital que no la rasque ni la saque.

En la mayoría de los casos el tatuaje desparece por completo. Según su profundidad y el tipo de tinta usada en el tatuaje, pueden quedar hasta un 5% del tatuaje.

No, salvo si durante el tratamiento se produjo una infección como consecuencia de no seguir las instrucciones de cuidado.